Cabracho

Este pescado blanco en realidad es el nombre comercial de tres variedades: la gallineta, el cabracho y el rascacio. Y al mismo tiempo es uno de los pescados más sabrosos de los que encontramos en el mar. Son variedades de agua salada que se encuentran a una profundidad de entre los 50 y los 100 metros, aunque la particularidad del rascacio es que se adentra hasta los 300 metros. Justo éste, quizá precisamente por este desplazamiento inusual, es una tipología solitaria, más oscura y más pequeño en tamaño que el resto de variedades. Los ejemplares adultos en general oscilan su peso entre el 1,5kgs y los 3kgs siendo rara la pieza que supere el medio metro de longitud. Aunque, en un vistazo general, pudiera parecer que todos son del mismo color, existe un abanico tonal entre el rosa y el rojo parduzco y el animal tiene la capacidad de cambiar su color cuando lo desea.

Es un pez que cada dos semanas muda su piel, algo que en la cultura popular mucha gente solo atribuye a los reptiles. Los cabrachos utilizan esta muda para deshacerse de las algas que les van cubriendo progresivamente mientras se resguardan durante el día entre grietas rocosas. Algas que también utilizan de forma premeditada para camuflarse en su entorno y cazar con mayor seguridad, pero que se pueden llegar a convertir en un estorbo cuando se acumulan demasiadas en su cuerpo.  

Patricia Vasco Campos